lunes, 23 de junio de 2014

"Una orientación sin apellidos" (sobre la orientación confluente I)



La noción de Orientación Confluente -propuesta por algunos autores venezolanos como González Bello, Lessira y Olivares- resulta de gran utilidad para  pensar sobre los desafíos que enfrentamos los orientadores de este tiempo. Vale la pena compartir algunas de sus reflexiones y guiar al lector que quiera profundizar en los aportes sobre esa noción. 

González Bello y Lessira han planteado que:
“…a la (noción de) Orientación Profesional, se le agregan, entre otras, la Orientación Educativa, la Orientación Vocacional, la Orientación Familiar, la Orientación Sexual, la Orientación Personal, la Orientación Personal-Social, la Orientación Laboral y la Orientación Comunitaria. Hasta ahora las cosas se han mantenido de esta manera. La pregunta ahora es ¿se debe mantener este tipo de idea? ¿El todo debe ser dividido en partes o debemos desarrollar la idea de la Orientación sin apellidos que la parcelen? ¿Deberíamos propiciar la idea de la formación de un Orientador especialista en un área o tender a la formación integral de un orientador que aborde la problemática del ser humano desde la integralidad y con una visión inter-transdisciplinaria, y que a través de planes de intervención integrales, totales o globales aborde, al mismo tiempo y con igual magnitud, todas y cada una de las áreas de la Orientación? (…)

Dentro de estos procesos de evolución de las disciplinas y de la ciencia, y concretamente en el campo de la Orientación y en opinión de Francescato, Tomai y Mebane (2006) “estamos evolucionando hacia un modelo global-interdisciplinar de la Orientación, que tiene en cuenta la globalidad de la persona, considerando no solo sus intereses, necesidades, aptitudes, sino además concretándolos sobre factores sociales que tienen influencia en su vida” (p.43). De lo que se trata es de desarrollar una idea de Orientación sin apellidos, una Orientación que aborda la totalidad del ser humano, donde se considere, al mismo tiempo y en igual magnitud todas y cada una de las áreas posibles de Orientación, es decir, una Orientación con sentido de confluencia. (Orientación Confluente).

La mejor representación para entender esta propuesta es la idea proveniente de cómo estudiar un caudaloso río. Para estudiar un río no deberíamos hacerlo considerando sólo una parte, por ejemplo, su parte más ancha o más delgada, en su delta o desembocadura, que es la parte donde se va desmembrando. Esto nos proporcionaría un tipo de información, pero quizás resultaría provechoso estudiarlo en su origen. En la zona de confluencia. En la zona donde nace. Donde se unen varios caudales o riachuelos para dar origen al río en cuestión. Ya una vez que los caudales están fundidos en uno no sólo no tiene sentido separarlos para estudiarlo, sino que puede resultar físicamente imposible, ya se ha transformado en otra cosa…

Referencias:
Francescato, D.; Tomai, M; Mebane, M.E. (2006). Psicología Comunitaria en la Enseñanza y la Orientación. España: Narcea.

Extracto del trabajo: “CONTEXTUALIZACIÓN Y COMPETENCIAS EN
LA ORIENTACIÓN COMUNITARIA”  de Julio Ramón González Bello
 y Omaira Yudith Lessire Macabé, de la Universidad de Carabobo, en Venezuela.Publicado en la Revista Electrónica de Psicología Iztacala de la Universidad Nacional Autónoma de México, Facultad de Estudios Superiores Iztacala



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